La imagen médica es fundamental para el diagnóstico. Las radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas generan una gran cantidad de datos visuales sobre el estado interno del cuerpo.
Por ejemplo, se realizan más de 3.5 mil millones de exámenes de rayos X en todo el mundo cada año, y los hospitales generan petabytes de datos de imágenes. Sin embargo, muchas imágenes no se analizan – una estimación indica que aproximadamente el 97% de los datos radiológicos permanecen sin usar.
Esta discrepancia surge por la enorme carga de trabajo de los radiólogos. La inteligencia artificial (IA), especialmente el aprendizaje profundo, puede ayudar “leyendo” automáticamente las imágenes. Las redes neuronales convolucionales entrenadas con grandes bases de datos de imágenes aprenden a reconocer patrones de enfermedad (como tumores, fracturas o infecciones) que pueden ser sutiles o difíciles de detectar. En la práctica, la IA puede resaltar áreas sospechosas, cuantificar anomalías e incluso predecir enfermedades.
Actualmente, los reguladores ya han aprobado cientos de herramientas de IA para imagenología, con la FDA listando más de 800 algoritmos radiológicos para 2025. Esto refleja un cambio importante: la IA se está integrando en radiografías, tomografías y resonancias para apoyar a los clínicos, no para reemplazarlos.
Mejoras de la IA en imágenes de rayos X
Las radiografías son las imágenes diagnósticas más comunes: rápidas, económicas y ampliamente disponibles. Se usan para diagnosticar enfermedades pulmonares (neumonía, tuberculosis, COVID-19), fracturas óseas, problemas dentales y más.
Sin embargo, interpretar bien las radiografías requiere experiencia, y en muchos lugares no hay suficientes radiólogos. La IA puede aliviar esta carga.
Por ejemplo, modelos de aprendizaje profundo como el famoso CheXNet han sido entrenados con cientos de miles de radiografías de tórax. CheXNet (una red neuronal convolucional de 121 capas) detecta neumonía en radiografías de tórax con una precisión superior a la de médicos en ejercicio. En ortopedia, el análisis de rayos X impulsado por IA puede identificar automáticamente líneas de fractura sutiles que podrían pasar desapercibidas en clínicas con alta demanda.
- Tareas clave de IA en rayos X: Detectar enfermedades pulmonares (neumonía, tuberculosis, cáncer), neumotórax y líquidos; identificar fracturas o luxaciones óseas; detectar COVID-19 u otras infecciones. Las herramientas de IA pueden señalar estos hallazgos al instante, ayudando a priorizar casos urgentes.
- Resultados clínicos: En algunos estudios, la IA igualó el desempeño de radiólogos. Por ejemplo, CheXNet superó la precisión promedio de los médicos en casos de neumonía.
Sin embargo, pruebas en hospitales reales muestran limitaciones: un estudio amplio encontró que los radiólogos aún superan a la IA actual en radiografías de tórax, logrando mayor precisión en la identificación de hallazgos pulmonares. Las herramientas de IA mostraron alta sensibilidad (72–95% para varios hallazgos) pero también más falsas alarmas que los médicos.
En resumen, la IA puede preseleccionar radiografías de forma confiable y resaltar preocupaciones, pero el diagnóstico final sigue dependiendo del juicio humano. Como advierte un resumen de noticias de radiología, la IA aún no es un diagnóstico completamente autónomo para rayos X.
Innovaciones de la IA en tomografía computarizada
La tomografía computarizada (TC) produce imágenes detalladas en cortes transversales del cuerpo y es esencial para muchos diagnósticos (cáncer, accidente cerebrovascular, trauma, etc.). La IA ha mostrado gran potencial en las tomografías:
- Cáncer de pulmón: Modelos recientes de IA pueden detectar y segmentar tumores pulmonares en TC casi tan bien como radiólogos expertos. Un estudio de 2025 usó una red neuronal 3D U-Net entrenada con un gran conjunto de datos (más de 1,500 tomografías) para identificar tumores pulmonares.
Logró una sensibilidad del 92% y especificidad del 82% en la detección de tumores, con una precisión de segmentación casi igual a la de los médicos (puntuaciones Dice ~0.77 vs 0.80). La IA aceleró el proceso: el modelo segmentó tumores mucho más rápido que los médicos. - Hemorragia cerebral: En medicina de urgencias, la IA ayuda en la atención rápida de accidentes cerebrovasculares. Por ejemplo, el algoritmo comercial AIDOC detecta hemorragias intracraneales en tomografías de cabeza. Estudios reportan una sensibilidad de ~84–99% y especificidad ~93–99% para detectar hemorragias cerebrales.
Esto puede alertar a los médicos sobre sangrados críticos en segundos. - Otros usos de la TC: La IA también se aplica en tomografías de tórax para identificar patrones de neumonía por COVID-19, en angiografías TC para puntuación de calcio, y en tomografías abdominales para detectar lesiones hepáticas o cálculos renales.
En el ejemplo del cáncer de pulmón, la TC asistida por IA podría mejorar la planificación del tratamiento y el seguimiento al medir con precisión el volumen tumoral.
Beneficios en TC: La IA automatiza tareas tediosas (por ejemplo, escanear volúmenes 3D en busca de nódulos), mejora la consistencia y apoya la clasificación de casos. En trauma, puede resaltar fracturas o lesiones de órganos.
Muchas herramientas de IA ya están aprobadas para ayudar a interpretar tomografías de tórax y cabeza. Por ejemplo, agencias como CMS han comenzado a reembolsar algunos análisis de IA (como la puntuación de placas coronarias en tomografías pulmonares rutinarias).
Avances de la IA en imágenes de resonancia magnética
La resonancia magnética (RM) ofrece imágenes de alto contraste de tejidos blandos (cerebro, columna, articulaciones, órganos). La IA está haciendo que la RM sea más rápida e inteligente:
- Escaneos más rápidos: Tradicionalmente, las resonancias de alta calidad toman tiempo, lo que genera largas esperas y molestias para los pacientes. Nuevos algoritmos de reconstrucción basados en IA (Reconstrucción por Aprendizaje Profundo, DLR) reducen drásticamente el tiempo de escaneo al predecir datos faltantes.
Expertos afirman que DLR puede hacer que las resonancias sean “ultra rápidas” y que esta tecnología podría volverse estándar en todos los escáneres. Por ejemplo, investigadores del Reino Unido y GE Healthcare usaron IA para que una máquina de RM de campo bajo (más económica) produzca imágenes comparables a una resonancia convencional de campo alto. Esto podría hacer la RM más accesible y reducir las filas de espera. - Imágenes más nítidas: La IA también mejora la calidad de imagen. Al aprender la diferencia entre escaneos ruidosos y claros, DLR elimina el ruido en tiempo real.
Esto significa que las imágenes de RM son más claras, con menos artefactos por movimiento incluso si los pacientes se mueven. Para niños inquietos o pacientes con trauma, los escaneos más rápidos con IA reducen la necesidad de sedación. - Detección de enfermedades: En el diagnóstico clínico, la IA destaca en el análisis de RM. Por ejemplo, en imágenes cerebrales, los modelos impulsados por IA segmentan y clasifican tumores con precisión.
El aprendizaje profundo puede delimitar los bordes tumorales en RM 3D, cuantificar su tamaño e incluso predecir la genética o el grado del tumor solo a partir de la imagen. En neurología, la IA detecta accidentes cerebrovasculares, lesiones de esclerosis múltiple o malformaciones rápidamente. La RM musculoesquelética (articulaciones, columna) también se beneficia: la IA identifica desgarros ligamentarios o problemas de discos vertebrales más rápido que los métodos manuales.
En conjunto, la IA transforma la RM al hacer los escaneos más rápidos y los datos más completos.
Al integrar escaneos del paciente y datos de etiquetado, la IA permite mediciones 3D que apoyan la planificación personalizada del tratamiento. Los hospitales que experimentan con IA en RM reportan flujos de trabajo más fluidos y interpretaciones más consistentes.
Beneficios de la IA en imagenología médica
La IA aporta varias ventajas en rayos X, TC y RM:
- Velocidad y eficiencia: Los algoritmos de IA analizan imágenes en segundos. Señalan hallazgos urgentes (como opacidades pulmonares, accidentes cerebrovasculares, fracturas) para que los médicos puedan priorizar la atención.
En el estudio de tumores pulmonares en TC, la IA segmentó tumores mucho más rápido que el trazado manual. La imagenología más rápida (especialmente RM) significa mayor capacidad y menos tiempos de espera para los pacientes. - Precisión y consistencia: La IA bien entrenada puede igualar o superar la precisión humana en tareas específicas. Modelos como CheXNet (detección de neumonía) y otros han mostrado mayor sensibilidad que el promedio de radiólogos.
La IA también elimina la variabilidad intraobservador: marcará el mismo hallazgo de forma consistente cada vez. Esta precisión cuantitativa (por ejemplo, volumen tumoral exacto) ayuda en el seguimiento. - Experiencia extendida: En regiones con pocos radiólogos, la IA actúa como asistente experto. Una IA para radiografías de tórax puede señalar sospechas de tuberculosis o neumonía en clínicas remotas, ampliando el acceso al diagnóstico.
El equipo de CheXNet de Stanford señala que la automatización a nivel experto podría llevar conocimientos de imagenología a áreas desatendidas. - Información cuantitativa: La IA puede extraer patrones ocultos. Por ejemplo, en RM, ciertos modelos predicen mutaciones genéticas de tumores o resultados del paciente a partir de características de la imagen.
Combinar análisis de imágenes con datos del paciente podría permitir la predicción temprana del riesgo de enfermedad.
Estos beneficios impulsan la adopción: miles de hospitales ya prueban herramientas de IA en sus plataformas de imagenología.
Desafíos y consideraciones
Aunque prometedora, la IA en imagenología presenta algunas advertencias:
- Variabilidad en el desempeño: Los modelos de IA pueden no generalizarse a todos los entornos. Estudios muestran que algunas herramientas funcionan bien en un hospital pero peor en otro.
Por ejemplo, un estudio mostró que algunos radiólogos mejoraron con ayuda de IA, pero otros cometieron más errores al usarla. La sensibilidad de la IA puede ser alta, pero las falsas alarmas (positivos falsos) pueden ser un problema. Esto implica que los clínicos deben verificar las sugerencias de la IA. - Necesidad de experiencia: Los radiólogos siguen siendo esenciales. Las guías actuales enfatizan la IA como ayuda, no como reemplazo.
La supervisión humana asegura que se consideren sutilezas y contexto clínico. La integración requiere capacitar a los radiólogos para confiar y cuestionar los hallazgos de la IA. - Datos y sesgos: La IA es tan buena como sus datos de entrenamiento. Los conjuntos de imágenes deben ser grandes y diversos.
La mala calidad de datos, el desequilibrio (por ejemplo, sobre-representación de ciertas poblaciones) o artefactos pueden sesgar el desempeño de la IA. Se necesita investigación continua para hacer la IA robusta y justa. - Regulación y costos: Aunque muchas herramientas de IA están aprobadas (por la FDA), implementarlas puede ser costoso y requiere cambios en el flujo de trabajo.
Los modelos de reembolso están emergiendo (por ejemplo, CMS cubre algunos análisis de TC con IA). Los hospitales deben considerar costos de software, hardware y capacitación. - Privacidad y seguridad: Usar IA implica datos de pacientes. Es vital contar con estrictas medidas de protección (encriptación, desidentificación) para resguardar la privacidad.
La ciberseguridad también es crítica cuando los sistemas de IA se conectan a redes.
A pesar de estos desafíos, los expertos enfatizan una integración personalizada. Como señala un informe de Harvard, un diseño cuidadoso de flujos de trabajo asistidos por IA puede potenciar el desempeño humano.
En la práctica, combinar la rapidez de la IA con el juicio de los clínicos ofrece los mejores resultados.
Perspectivas
La IA en imagenología médica avanza rápidamente. Empresas líderes y grupos de investigación continúan mejorando los algoritmos.
Por ejemplo, los “modelos base” (redes de IA muy grandes entrenadas con datos médicos diversos) pronto podrían ofrecer capacidades diagnósticas aún más amplias. Esperamos que más tareas (como segmentación completa de órganos, cribado de múltiples enfermedades) se automaticen.
A nivel internacional, proyectos colaborativos buscan aprovechar la IA para la salud pública (por ejemplo, cribado de tuberculosis en zonas con pocos recursos). Servicios nacionales de salud (como el NHS del Reino Unido) invierten en escáneres preparados para IA para reducir costos.
Con el tiempo, la imagenología asistida por IA podría convertirse en estándar: triaje rápido para emergencias, cribado con IA para cáncer de pulmón y resonancias completadas en segundos.
>>> Haz clic para saber más: La IA detecta el cáncer temprano a partir de imágenes
En resumen, la IA apoya el diagnóstico de enfermedades mediante radiografías, tomografías y resonancias al mejorar la precisión, velocidad y acceso.
Aunque los radiólogos siguen realizando los diagnósticos finales, las herramientas de IA les ayudan a ver más y más rápido. A medida que la tecnología madura, podemos esperar que la IA sea un socio indispensable en imagenología, mejorando la atención al paciente en todo el mundo.