¿Cómo afecta la IA al empleo?...
La Inteligencia Artificial (IA) está transformando rápidamente el mundo laboral. Desde las fábricas hasta las oficinas corporativas, las tecnologías de IA están automatizando tareas, potenciando las capacidades humanas e incluso creando roles completamente nuevos.
Esta doble naturaleza – reemplazando algunos empleos mientras genera otros – ha provocado tanto entusiasmo como preocupación en todo el mundo.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional señala que la IA afectará a casi el 40% de los empleos a nivel mundial, con algunas tareas realizadas por máquinas y otras mejoradas con la asistencia de la IA. Al estar al borde de esta revolución tecnológica, es crucial entender cómo la IA está impactando los empleos en diferentes industrias y qué significa esto para el futuro del trabajo.
- 1. IA y desplazamiento laboral: amenazas de la automatización
- 2. IA como generadora de empleo: nuevos roles y oportunidades
- 3. Impacto en toda la industria: todos los sectores sienten el cambio
- 4. El panorama cambiante de habilidades: adaptarse a un entorno laboral impulsado por IA
- 5. Perspectiva global: desigualdad, políticas y el futuro del trabajo
IA y desplazamiento laboral: amenazas de la automatización
Una de las mayores preocupaciones sobre la IA es su potencial para desplazar a los trabajadores mediante la automatización. Los algoritmos avanzados y los robots pueden ahora realizar muchas tareas rutinarias o repetitivas más rápido y a menor costo que los humanos.
Un análisis ampliamente citado de Goldman Sachs estimó que la IA generativa podría exponer a 300 millones de empleos a tiempo completo a la automatización a nivel global, aproximadamente el 9% de la fuerza laboral mundial. Muchos de estos empleos en riesgo se encuentran en áreas como procesamiento de datos, soporte administrativo y manufactura rutinaria.
Por ejemplo, décadas de robótica industrial ya han transformado la manufactura al asumir el trabajo en líneas de ensamblaje y desplazar a trabajadores humanos en fábricas. Solo en Estados Unidos, se estima que la automatización ha eliminado 1.7 millones de empleos manufactureros desde el 2000. Ahora, el alcance de la IA se extiende a dominios de cuello blanco que antes se consideraban seguros frente a la automatización.
Los “bots” de software de IA y los modelos de aprendizaje automático pueden analizar datos, generar contenido e interactuar con clientes. Esto aumenta la amenaza de automatización en roles administrativos y de servicio. Los trabajos administrativos y clericales (como digitadores de datos o procesadores de nómina) están entre los primeros en ser automatizados por la IA.
En atención al cliente y comercio minorista, ya vemos avances de la IA: chatbots gestionan consultas rutinarias y cajeros automáticos de autoservicio reducen la necesidad de cajeros y empleados bancarios.
Las proyecciones muestran caídas significativas en estos roles – por ejemplo, se espera que el empleo de cajeros bancarios disminuya un 15% para 2033, y los trabajos de cajero en tiendas alrededor de un 11% en el mismo período. Incluso en ventas y marketing, las herramientas de IA pueden realizar tareas como recomendaciones de productos y redacción básica.
Un análisis de Bloomberg encontró que la IA podría potencialmente reemplazar más del 50% de las tareas realizadas por empleos como analistas de investigación de mercado y representantes de ventas, mientras que las tareas gerenciales de mayor nivel son mucho menos automatizables. En resumen, los roles con componentes altamente repetitivos o rutinarios son vulnerables a ser asumidos por máquinas inteligentes.
Es importante destacar que esta ola de automatización impulsada por la IA no es solo teórica – ya está en marcha. Las empresas han comenzado a integrar la IA para optimizar operaciones, a veces a costa de empleados de nivel inicial.
Encuestas recientes encontraron que alrededor del 23% de las empresas ya han reemplazado a algunos trabajadores con ChatGPT o herramientas similares de IA, y casi la mitad de las empresas que usan esta IA afirma que ha asumido directamente tareas que antes realizaban empleados.
Incluso ha habido casos de despidos relacionados con la IA; por ejemplo, un aumento en recortes de empleo impulsados por IA se reportó a principios de 2023 cuando las empresas adoptaron chatbots para manejar trabajo previamente realizado por humanos. El mercado laboral de nivel inicial está sintiendo la presión: muchas tareas rutinarias que el personal junior solía realizar (recolección de datos, análisis básico, elaboración de informes, etc.) ahora pueden automatizarse, lo que significa menos oportunidades de “primer empleo” para nuevos graduados.
A medida que la IA continúa mejorando, los expertos advierten que el alcance de la automatización podría expandirse. Algunos estudios proyectan que para mediados de la década de 2030, casi el 50% de los empleos podrían estar al menos parcialmente automatizados si las capacidades de la IA siguen avanzando al ritmo actual.
Sin embargo, es importante recordar que la pérdida de empleo impulsada por la IA suele ocurrir tarea por tarea, no de golpe. En muchos casos, la IA automatiza ciertas funciones dentro de un empleo (por ejemplo, generar informes rutinarios), en lugar de eliminar la ocupación completa.
Esto significa que los trabajadores en roles afectados pueden pasar a enfocarse en aspectos más estratégicos o centrados en lo humano de sus trabajos, en lugar de ser simplemente reemplazados de la noche a la mañana.
Los economistas suelen comparar esto con cambios tecnológicos anteriores – mientras los cajeros automáticos automatizaron transacciones bancarias básicas, los empleados bancarios se orientaron hacia la gestión de relaciones y ventas. De manera similar, si la IA se encarga del “trabajo pesado”, los humanos podrían concentrarse en tareas estratégicas, creativas o interpersonales.
No obstante, la disrupción a corto plazo de la IA es muy real para muchos trabajadores, y sus efectos se sienten en una amplia variedad de industrias.
IA como generadora de empleo: nuevos roles y oportunidades
A pesar de los desafíos, la IA no es solo una destructora de empleos – también es un poderoso motor de creación de empleo. La historia ha demostrado que los grandes avances tecnológicos tienden a crear más empleos a largo plazo de los que destruyen, y la IA parece seguir este patrón.
El último análisis del Foro Económico Mundial indica que los avances tecnológicos (incluida la IA) crearán 170 millones de nuevos empleos para 2030, mientras desplazan alrededor de 92 millones de roles existentes. Esto representa un incremento neto de aproximadamente 78 millones de empleos a nivel global durante la década.
En otras palabras, el futuro del trabajo podría ofrecer muchas oportunidades nuevas – siempre que los trabajadores tengan las habilidades para aprovecharlas.
Muchos de los nuevos empleos emergentes son aquellos que construyen o aprovechan intensamente las tecnologías de IA. Hay una creciente demanda de roles como especialistas en IA, científicos de datos, ingenieros de aprendizaje automático y analistas de big data. Estas ocupaciones apenas existían hace una década, pero ahora están entre las profesiones de más rápido crecimiento.
De hecho, los roles tecnológicos dominan las listas de empleos con mayor crecimiento, reflejando cómo las organizaciones de todos los sectores necesitan talento para desarrollar, implementar y gestionar sistemas de IA.
Más allá del sector tecnológico, están surgiendo categorías completamente nuevas de trabajo para apoyar el ecosistema de IA. Por ejemplo, hemos visto un aumento de posiciones como entrenadores de modelos de IA, ingenieros de prompts, expertos en ética de IA y especialistas en explicabilidad, roles dedicados a entrenar sistemas de IA, diseñar entradas para IA, abordar preocupaciones éticas e interpretar decisiones de IA.
Asimismo, la economía colaborativa alrededor de datos para IA está en auge – pensemos en todos los anotadores y etiquetadores de datos que ayudan a entrenar algoritmos (un trabajo que no existía hasta hace poco).
De manera crucial, la IA también puede impulsar el crecimiento del empleo en campos fuera de la tecnología al aumentar la productividad y reducir costos. Consideremos la salud: las herramientas de IA pueden asistir a los médicos analizando imágenes médicas o sugiriendo diagnósticos, permitiendo al personal médico atender a más pacientes – lo que puede llevar a contratar más profesionales de la salud para satisfacer la demanda creciente.
En lugar de reemplazar a médicos o enfermeros, la IA actúa como un multiplicador de fuerza, ayudándolos a trabajar con mayor eficiencia.
De hecho, se proyecta que los roles en la economía del cuidado crecerán significativamente en los próximos años gracias a la ayuda de la IA. Por ejemplo, la necesidad de enfermeros, asistentes personales y cuidadores de personas mayores está aumentando conforme envejecen las poblaciones, y la IA proporciona herramientas de apoyo (como aplicaciones de monitoreo de salud o asistentes robóticos) que permiten a estos profesionales ser más efectivos.
El efecto neto es una mayor demanda de estos roles centrados en lo humano, no menos. El Foro Económico Mundial encontró que los empleos en salud y educación (enfermeros, maestros, trabajadores sociales, etc.) probablemente experimentarán un fuerte crecimiento hasta 2030, en parte porque la IA complementa estos servicios.
Incluso en industrias donde la IA está avanzando, a menudo crea nuevos empleos complementarios. Por ejemplo, la expansión de la automatización en manufactura aumenta la necesidad de técnicos de mantenimiento y ingenieros en robótica para instalar y supervisar las máquinas.
El crecimiento del comercio electrónico impulsado por algoritmos logísticos de IA ha disparado la demanda de trabajadores de almacén y repartidores – roles que están entre las categorías de empleo de mayor crecimiento en esta década.
En campos creativos, la IA generativa puede producir contenido o diseños, pero aún se necesita a humanos para dirigir la visión creativa, editar y perfeccionar los resultados de la IA, y comercializar los productos. Esta dinámica de IA trabajando junto a humanos puede hacer a los trabajadores más productivos y a las empresas más competitivas, lo que a menudo conduce a la expansión del negocio y más contrataciones.
La firma global de consultoría PwC encontró evidencia de que las industrias que adoptan la IA intensamente en realidad experimentan un crecimiento laboral más rápido y salarios en aumento, ya que la IA ayuda a los trabajadores humanos a entregar más valor.
En esencia, la IA tiene el potencial de “hacer que las personas sean más valiosas, no menos”, incluso en empleos con muchas tareas automatizables. Cuando se usa sabiamente, la IA puede liberar a los trabajadores de labores tediosas y empoderarlos para enfocarse en trabajos de mayor impacto, fomentando la innovación y nuevos modelos de negocio que generan empleo adicional.
Mayor crecimiento y declive proyectado de empleos para 2030. Este gráfico del Informe sobre el Futuro del Empleo 2025 del Foro Económico Mundial ilustra las ocupaciones que se espera tengan las mayores ganancias y pérdidas de empleo a nivel global para 2030.
A la izquierda, vemos empleos en áreas como agricultura, transporte, tecnología y economía del cuidado con una demanda en auge. Por ejemplo, los trabajadores agrícolas se proyecta que aumenten en decenas de millones a medida que el mundo invierte en seguridad alimentaria y transiciones verdes, y los repartidores y desarrolladores de software también figuran entre los roles de mayor crecimiento.
A la derecha, los empleos que se espera disminuyan más son en gran medida aquellos con tareas rutinarias y repetitivas que son propensas a la automatización. Roles como digitadores de datos, secretarios, cajeros bancarios y cajeros de tienda muestran algunas de las caídas más pronunciadas, reflejando cómo la digitalización y la IA están optimizando el trabajo clerical y las transacciones básicas.
Es importante señalar que, aunque algunos empleos desaparecerán, muchos trabajadores en esos roles se trasladarán a nuevas posiciones – a menudo los empleos en crecimiento que aparecen en el lado izquierdo del gráfico.
La conclusión clave es que la IA remodelará fundamentalmente la mezcla de empleos en la economía. Se espera que el empleo total siga creciendo, pero habrá claros ganadores y perdedores entre las ocupaciones. Esto pone de relieve la necesidad de recapacitación y transición profesional mientras evoluciona la naturaleza del trabajo.
Impacto en toda la industria: todos los sectores sienten el cambio
La influencia de la IA en el empleo es generalizada en prácticamente todas las industrias. Al principio, muchos asumieron que la IA solo afectaría a empresas tecnológicas o negocios altamente digitales, pero ahora sabemos que el impacto es mucho más amplio.
Desde la manufactura hasta la salud, desde las finanzas hasta la agricultura, ningún sector está completamente inmune a los efectos de la IA. Sin embargo, la naturaleza y el alcance del impacto varían según la industria:
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Manufactura y logística: Este sector ha experimentado amplia automatización durante años, y la IA está acelerando esa tendencia. Robots y máquinas guiadas por IA manejan el ensamblaje, soldadura, embalaje y gestión de inventarios en fábricas y almacenes.
Esto ha reducido la demanda de algunos trabajos manuales en las líneas de producción. Por ejemplo, los fabricantes de automóviles ahora usan robots impulsados por IA para tareas como pintura e inspección de calidad, resultando en equipos de producción más reducidos.Al mismo tiempo, los fabricantes están contratando más ingenieros en robótica, integradores de sistemas de IA y técnicos de mantenimiento para mantener estos sistemas automatizados en funcionamiento. La IA también está optimizando las cadenas de suministro – prediciendo la demanda, gestionando inventarios y dirigiendo envíos – lo que incrementa la productividad y puede generar crecimiento en roles como coordinadores logísticos y analistas de datos.
Así, mientras los empleos tradicionales en líneas de ensamblaje disminuyen, surgen nuevos empleos técnicos y de supervisión. -
Finanzas y banca: La industria financiera está experimentando una transformación impulsada por la IA en su forma de operar. Los sistemas de trading algorítmico han automatizado muchos empleos en bolsa y comercio de divisas que antes empleaban a numerosos analistas.
Bancos y aseguradoras usan IA para detección de fraudes, evaluación de riesgos y suscripción, automatizando tareas que antes requerían grandes equipos administrativos.Por ejemplo, analistas de crédito y suscriptores de seguros son cada vez más asistidos o incluso reemplazados por modelos de IA que pueden evaluar riesgos financieros en segundos. En servicios al cliente, los bancos han implementado chatbots con IA para manejar consultas rutinarias, reduciendo la necesidad de grandes equipos en centros de llamadas.
Estas eficiencias significan menos roles tradicionales (como cajeros o agentes de préstamos), pero hay una creciente demanda de desarrolladores fintech, científicos de datos y expertos en ciberseguridad para construir y proteger estos sistemas de IA.Además, los asesores financieros y gestores de patrimonio no están obsoletos; en cambio, usan herramientas de IA para servir mejor a sus clientes, enfocándose en asesorías complejas mientras delegan el procesamiento de datos a algoritmos. El sector financiero es un claro ejemplo de IA que complementa empleos de alta especialización (haciendo a analistas y asesores más efectivos) incluso mientras automatiza algunos roles de apoyo.
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Comercio minorista y atención al cliente: La automatización en el comercio minorista está cambiando el panorama laboral para dependientes, cajeros y representantes de ventas. Hemos visto una explosión de máquinas de autoservicio y bots de compras en línea que reducen la necesidad de personal en caja y vendedores en tiendas físicas.
Grandes minoristas experimentan con experiencias de compra sin cajeros humanos. Esto ha contribuido a la disminución de empleos tradicionales en retail, con expectativas de que los puestos de cajero sigan cayendo.En centros de llamadas y soporte al cliente, chatbots y asistentes virtuales con IA manejan consultas frecuentes y problemas básicos, permitiendo que un agente humano supervise múltiples interacciones simultáneamente. Esto significa que las empresas pueden atender a más clientes con menos personal de soporte, cambiando la dinámica del empleo.
Sin embargo, el servicio al cliente no desaparece – está evolucionando.La naturaleza de los empleos en retail y atención al cliente se está orientando hacia roles como gestión de la experiencia del cliente, manejo de escalaciones (problemas más complejos que la IA no puede resolver) y prestación de servicios presenciales que siguen siendo demandados. Además, el crecimiento del comercio electrónico (en parte impulsado por motores de recomendación de IA) ha creado empleos en centros de distribución, entregas y marketing digital. Así, mientras los roles en tienda disminuyen, los empleos detrás de escena en logística de e-commerce están en auge.
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Salud: El impacto de la IA en los empleos de salud es mayormente complementario que reemplazante. La IA se usa para analizar imágenes médicas (radiología), sugerir planes de tratamiento, transcribir notas médicas e incluso monitorear signos vitales con dispositivos inteligentes.
Estas tecnologías asisten a médicos, enfermeros y técnicos, ayudándolos a tomar decisiones más rápidas y a veces más precisas.Por ejemplo, una IA puede detectar signos tempranos de enfermedad en una radiografía para que un radiólogo los revise, ahorrando tiempo. Esto permite que los médicos atiendan a más pacientes y que los enfermeros automaticen tareas rutinarias de registro para enfocarse más en el cuidado.
Lejos de reducir empleos en salud, la demanda de profesionales sanitarios está creciendo globalmente, gracias en parte al envejecimiento poblacional y también porque la IA permite ampliar los servicios.Enfermería y otros roles de cuidado se proyectan con un crecimiento significativo hasta el final de la década. En lugar de ver la IA como una amenaza, muchos la consideran una herramienta que libera al personal médico para las tareas empáticas y humanas que las máquinas no pueden realizar.
Dicho esto, algunos roles especializados como transcriptores médicos han disminuido (la IA de reconocimiento de voz puede hacer transcripciones), y eventualmente campos como radiología diagnóstica o patología podrían transformarse a medida que la IA asuma más funciones analíticas.
El escenario probable es que los trabajadores de salud colaboren con la IA – con nuevos roles emergentes en TI sanitaria, gestión de sistemas de IA y análisis de datos para apoyar la atención. -
Educación y servicios profesionales: Sectores como educación, servicios legales y consultoría también se están adaptando a la IA. En educación, sistemas de tutoría con IA y software de calificación automatizada pueden reducir la carga administrativa de los docentes, pero aún se necesitan maestros para brindar mentoría, retroalimentación crítica y apoyo socioemocional a los estudiantes.
En lugar de reemplazar a los docentes, la IA les ayuda a personalizar el aprendizaje – por ejemplo, analizando qué conceptos le cuestan a un alumno y sugiriendo prácticas específicas.Esto podría cambiar algo el rol del maestro (más facilitadores que conferenciantes) pero no elimina la necesidad de educadores. En campos como el derecho, la IA puede redactar contratos rutinarios o revisar documentos rápidamente (e-discovery), reduciendo las horas que abogados junior o asistentes legales dedican a tareas tediosas.
Como resultado, algunos empleos legales de nivel inicial disminuyen, pero los abogados pueden enfocarse más en análisis complejos, estrategias en tribunales e interacción con clientes. También surgen nuevos empleos en tecnología legal (como especialistas en IA legal).De manera similar, en marketing y medios, la IA puede generar contenido básico o anuncios, pero los creativos humanos refinan y elevan ese contenido – y directores creativos, editores y estrategas de marketing siguen siendo demandados.
En los sectores profesionales, la IA actúa como un súper asistente: se encarga de tareas repetitivas y permite que profesionales capacitados hagan más en menos tiempo.
En resumen, todas las industrias están integrando la IA de alguna forma, y los perfiles laborales dentro de esas industrias están cambiando en consecuencia. La transformación va más allá del sector tecnológico en sí.
Los empleos que implican trabajo físico rutinario o procesamiento de información están disminuyendo, mientras que los que requieren pensamiento creativo, interacción humana compleja o supervisión de sistemas de IA están creciendo.
El reto para cada industria es gestionar esta transición – ayudando a los trabajadores actuales a pasar a nuevos roles o mejorar sus habilidades a medida que sus antiguos empleos evolucionan o desaparecen.
El panorama cambiante de habilidades: adaptarse a un entorno laboral impulsado por IA
A medida que la IA cambia los empleos, también cambia las habilidades necesarias para prosperar en el mercado laboral. En la era de la IA, se valoran tanto las habilidades técnicas avanzadas como las habilidades humanas sólidas.
En el ámbito técnico, las habilidades en IA, aprendizaje automático, análisis de datos y alfabetización digital son cada vez más importantes en muchos empleos.
Incluso los roles que no son “tecnológicos” ahora suelen requerir que los trabajadores usen cómodamente herramientas impulsadas por IA o interpreten datos. Se espera que para 2025, un sorprendente 39% de las habilidades centrales necesarias en las ocupaciones cambien debido a la tecnología y otras tendencias.
De hecho, el ritmo de cambio de habilidades se está acelerando – una estimación sugiere que casi el 40% de las habilidades que usan los trabajadores en su empleo serán diferentes para 2030, frente a un cambio del 34% pronosticado solo unos años antes.
Esto significa que el aprendizaje continuo y la mejora de habilidades se han vuelto esenciales. Los trabajadores ya no pueden depender de un conjunto de habilidades estático adquirido al inicio de su carrera; la formación continua es la nueva normalidad para mantenerse al día con los cambios impulsados por la IA.
Curiosamente, incluso cuando crece la demanda de habilidades tecnológicas, los empleadores ponen aún más énfasis en las habilidades “humanas” que la IA no puede replicar fácilmente.
El pensamiento crítico, la creatividad, la resolución de problemas, la comunicación, el liderazgo y la inteligencia emocional son altamente valorados en un entorno laboral enriquecido con IA.
En un mercado laboral saturado de máquinas inteligentes, lo que distingue a los humanos son cosas como creatividad, adaptabilidad, empatía y pensamiento estratégico. De hecho, análisis de ofertas de empleo muestran que 8 de las 10 habilidades más solicitadas son atributos no técnicos como trabajo en equipo, comunicación y liderazgo.
Estas habilidades duraderas siguen siendo demandadas precisamente porque la IA carece de verdadera creatividad y comprensión emocional.
Por ejemplo, una IA puede procesar números e incluso redactar un informe, pero se necesita un gerente humano para interpretar los resultados, tomar decisiones, motivar a un equipo e innovar nuevos enfoques.
Por lo tanto, el trabajador ideal del futuro se describe a menudo como un híbrido: lo suficientemente experto en tecnología para aprovechar las herramientas de IA, pero también fuerte en habilidades interpersonales y cognitivas que las máquinas no poseen.
Las empresas reconocen la inminente brecha de habilidades y están respondiendo. La mayoría de los empleadores (alrededor del 85%) reportan que planean incrementar la inversión en programas de mejora y recapacitación de la fuerza laboral para enfrentar los desafíos de la IA.
La mejora de habilidades puede ir desde cursos formales en ciencia de datos o IA, hasta mentoría en el trabajo para usar nuevo software, o incentivar a los empleados a obtener certificaciones en línea (por ejemplo, en ingeniería de prompts o ética de IA).
El impulso por mejorar habilidades es global: desde economías avanzadas hasta emergentes, empresas y gobiernos lanzan iniciativas para enseñar habilidades digitales y ayudar a los trabajadores a transitar hacia nuevos roles. Hemos visto esfuerzos como bootcamps de programación, campañas de alfabetización digital y alianzas con plataformas de aprendizaje en línea (por ejemplo, Coursera, que reporta un aumento en inscripciones en cursos relacionados con IA).
La razón es clara – las empresas que no cierren la brecha de habilidades corren el riesgo de quedarse atrás.
De hecho, el 63% de los empleadores dice que la falta de habilidades es una barrera principal para adoptar nuevas tecnologías. Sin las habilidades adecuadas en su fuerza laboral, las empresas no pueden implementar plenamente la IA y otras innovaciones. Esto ha convertido el desarrollo del talento en una prioridad estratégica.
Para los trabajadores individuales, la implicación es abrazar el aprendizaje continuo. Se anima a los jóvenes que ingresan al mercado laboral a construir tanto bases técnicas sólidas (como entender cómo funcionan la IA y el análisis de datos) como a cultivar sus habilidades creativas y sociales.
Los trabajadores en mitad de carrera, que podrían ver partes de su empleo asumidas por la IA, buscan recapacitación para pivotar hacia roles emergentes.
También hay un énfasis creciente en la educación STEM y habilidades digitales en escuelas de todo el mundo, preparando a la próxima generación para una economía impulsada por IA. Y para quienes tienen empleos con alto riesgo, aprender nuevas habilidades suele ser la clave para avanzar hacia una carrera más segura.
La buena noticia es que varios estudios sugieren que los trabajadores pueden ser resilientes y adaptables – con la formación adecuada, muchos pueden hacer una transición exitosa.
Por ejemplo, un estudio mostró que las herramientas de IA pueden ayudar a trabajadores menos experimentados a ser productivos más rápido, indicando que humanos más IA pueden superar a cualquiera por separado. Así, el futuro pertenece a quienes colaboran con la IA: adquiriendo habilidades para usar la IA como herramienta y enfocándose en los talentos exclusivamente humanos que la complementan.
Perspectiva global: desigualdad, políticas y el futuro del trabajo
El impacto de la IA en el empleo no es uniforme en todo el mundo. Existen diferencias claras entre países y grupos demográficos, lo que genera preocupaciones sobre el aumento de las desigualdades.
Las economías avanzadas (como EE. UU., Europa, Japón) son tanto las más agresivas en adoptar IA como las más expuestas a sus disrupciones.
Investigaciones del FMI encontraron que alrededor del 60% de los empleos en economías avanzadas podrían ser impactados por la IA en los próximos años, en comparación con solo 40% en mercados emergentes y 26% en países de bajos ingresos. Esto se debe a que las naciones más ricas tienen más empleos en el sector formal y en ocupaciones digitales o de alta especialización, que la IA puede penetrar.
En países de bajos ingresos, gran parte de la fuerza laboral está en trabajos manuales, agricultura o empleos informales que son menos afectados de inmediato por las tecnologías actuales de IA. Sin embargo, esto no significa que las economías emergentes estén a salvo de la IA – podrían perderse inicialmente los beneficios de la IA (por falta de infraestructura y talento para adoptarla) y luego enfrentar disrupciones cuando la tecnología madure.
Existe el riesgo de que la IA agrave la brecha entre países, con naciones tecnológicamente avanzadas aumentando productividad y riqueza, mientras otras quedan rezagadas.
Para abordar esto, las organizaciones globales enfatizan la necesidad de estrategias inclusivas de IA, donde los países en desarrollo inviertan ahora en infraestructura digital y habilidades para no quedarse atrás.
Dentro de los países, la IA también podría ampliar la desigualdad si no se gestiona con cuidado. Típicamente, los trabajadores con mayor nivel de habilidades e ingresos están mejor posicionados para beneficiarse de la IA – pueden aprovechar algoritmos para ser más productivos y obtener mejores salarios.
En contraste, los trabajadores con menos habilidades que realizan tareas automatizables podrían ver erosionados sus empleos o estancados sus salarios.
Por ejemplo, un ingeniero de IA o un gerente que usa IA podría disfrutar de mayor productividad (y salario), mientras que un empleado de oficina con tareas rutinarias podría quedar desempleado. Con el tiempo, esta dinámica podría concentrar aún más la riqueza e ingresos en la cima.
El FMI advierte que en la mayoría de los escenarios la IA probablemente empeore la desigualdad general, a menos que haya intervención.
Podríamos ver mercados laborales más polarizados, donde un segmento de trabajadores bien educados prospera junto a la IA, mientras otro segmento enfrenta desempleo o se traslada a empleos de servicios peor remunerados. También hay un aspecto generacional – los trabajadores jóvenes pueden adaptarse más fácilmente a las herramientas de IA, mientras que los mayores podrían tener dificultades para recapacitar, lo que podría generar divisiones por edad.
Y como se mencionó antes, incluso la dinámica de género podría cambiar: históricamente, la automatización afectó más a empleos masculinos en manufactura, pero la IA podría impactar más a empleos femeninos administrativos y de oficina si, por ejemplo, los roles secretariales y administrativos se automatizan intensamente.
Estas complejidades significan que los responsables de políticas tienen un papel crucial para facilitar la transición.
Gobiernos, instituciones educativas y empresas deberán colaborar en políticas que ayuden a los trabajadores a adaptarse al impacto de la IA. Una prioridad clave es fortalecer la red de protección social – esto incluye beneficios por desempleo, programas de recapacitación y servicios de colocación para quienes pierdan su empleo por la tecnología.
Garantizar que quien pierda su empleo por la IA tenga apoyo y oportunidad para aprender nuevas habilidades y encontrar buen trabajo es clave para evitar el desempleo prolongado o la pobreza.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugiere que, dado que la mayoría de los empleos serán transformados y no eliminados por completo, hay una ventana para gestionar la transición proactivamente. Un hallazgo positivo de la investigación de la OIT es que a nivel global solo alrededor del 3% de los empleos están en ocupaciones con mayor riesgo de automatización total por IA generativa, mientras que uno de cada cuatro trabajadores podría ver algunas de sus tareas modificadas por la IA.
Esto implica que si actuamos con rapidez, podemos adaptar los empleos alrededor de la IA (mediante recapacitación y reorganización del trabajo) en lugar de esperar un desempleo masivo.
Se están explorando medidas políticas como fomentar aprendizajes, formación vocacional en habilidades tecnológicas, programas de alfabetización digital, e incluso cuentas de aprendizaje permanente (para que los trabajadores financien su educación continua) en muchos países.
Por ejemplo, la Unión Europea ha lanzado iniciativas centradas en una “agenda de habilidades” para preparar a los trabajadores para la economía digital e impulsada por IA.
Otra perspectiva política es regular el despliegue de la IA para evitar disrupciones laborales irresponsables. Algunos han propuesto incentivos para empresas que recapaciten o reubiquen trabajadores en lugar de despedirlos al automatizar tareas.
La inversión pública en creación de empleo – como en la economía verde o sectores de cuidado – también puede compensar las pérdidas impulsadas por la IA al ofrecer nuevas vías laborales (como se observa con el aumento de empleos en cuidado y energías renovables).
Los sistemas educativos se están replanteando para enfatizar la flexibilidad, STEM y el pensamiento crítico desde edades tempranas, preparando a la futura fuerza laboral para la IA. Además, se discuten ideas más radicales como el ingreso básico universal (IBU) como un colchón para un futuro con mayor inestabilidad laboral – aunque el IBU sigue siendo controversial y poco implementado, refleja el nivel de preocupación sobre el potencial de la IA para trastocar el empleo tradicional.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, enfatiza que se necesita un “equilibrio cuidadoso de políticas” para aprovechar los beneficios de la IA mientras se protege a las personas.
Esto incluye no solo capacitación y redes de seguridad, sino también instituciones laborales sólidas – asegurando que los trabajadores tengan voz en cómo se adopta la IA, actualizando leyes laborales para contemplar la IA (por ejemplo, el trabajo en plataformas facilitado por algoritmos de IA), y manteniendo directrices éticas para que la IA se use de manera justa.
Finalmente, vale la pena señalar que la IA misma puede ser parte de la solución. Así como la IA está alterando empleos, también puede usarse para ayudar a trabajadores y responsables de políticas a responder. Las herramientas de IA pueden asistir en la búsqueda de empleo (emparejando personas con nuevos trabajos o programas de formación más eficientemente), ofrecer plataformas de aprendizaje personalizadas y prever tendencias del mercado laboral para que la educación y formación apunten a las habilidades futuras.
Algunos gobiernos usan IA para analizar qué regiones o industrias están más en riesgo por la automatización, y luego dirigen fondos a esas áreas.
En resumen, aunque la IA plantea desafíos, también puede ser un aliado para construir un futuro laboral más productivo y, con suerte, más humano – si tomamos las decisiones correctas. La era de la IA está aquí, y con acción reflexiva, puede orientarse hacia una prosperidad amplia en lugar de desigualdad.
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El impacto de la IA en el empleo es profundo y multifacético. Está eliminando ciertos roles, alterando dramáticamente muchos otros, y al mismo tiempo creando nuevas oportunidades para quienes tienen las habilidades adecuadas.
En todas las industrias, el equilibrio entre humanos y máquinas está cambiando: la IA realiza más del trabajo repetitivo, mientras que los humanos se enfocan en funciones de mayor nivel.
Esta transición puede ser inquietante – para los trabajadores individuales cuya subsistencia está amenazada, y para las sociedades que luchan por asegurar que nadie quede rezagado. Sin embargo, la historia de la IA y el empleo no es solo una de reemplazo distópico. También es una historia de complementación e innovación.
Con la IA manejando tareas rutinarias, las personas tienen la oportunidad de dedicarse a trabajos más significativos y creativos que antes.
Y a medida que la IA impulsa el crecimiento económico (potencialmente agregando 7% al PIB global en los próximos años según algunas estimaciones), este crecimiento puede traducirse en creación de empleo en campos que ni siquiera podemos imaginar hoy.
El resultado neto – si la IA conduce a un desempleo masivo o a una era de abundancia – dependerá de cómo gestionemos la transición. Invertir en las personas es fundamental.
Esto significa equipar a los trabajadores con las habilidades para colaborar con la IA, rediseñar la educación para ser prospectiva y apoyar a quienes se vean afectados.
Las empresas deben actuar como actores responsables, adoptando la IA de formas que fortalezcan su fuerza laboral y no solo reduzcan costos. Los gobiernos deben diseñar políticas que fomenten la innovación pero también brinden protección y capacitación a los trabajadores.
También puede ser necesaria la cooperación internacional para ayudar a las naciones en desarrollo a adoptar la IA de manera beneficiosa y evitar una brecha digital global creciente.
Al final, la IA es una herramienta – muy poderosa – y su impacto en el empleo será lo que colectivamente hagamos de ella. Como dijo un informe, “la era de la IA está sobre nosotros, y aún está en nuestro poder asegurar que traiga prosperidad para todos”.
Si afrontamos el desafío, podemos aprovechar la IA para desbloquear el potencial humano, creando un futuro laboral que no solo sea más eficiente sino también más gratificante y humano.
La transición puede no ser fácil, pero con esfuerzo proactivo, los trabajadores de hoy pueden convertirse en los innovadores del mañana en un mundo impulsado por IA. El impacto de la IA en el empleo es enorme – pero con la visión y preparación adecuadas, puede ser un catalizador de nuevas oportunidades y una mejor vida laboral para millones.